miércoles, 29 de abril de 2009

Esas pinches mentiras...

Odio las mentiras... simplemente las odio. Yo procuro no mentir y, a las personas que estimo, mucho menos. No entiendo a la gente que miente. Sin más recato, dicen una cosa y resulta que es otra. ¡Qué estupidez! Si van a tener las pelotas de decirte algo, al menos que sea la verdad, ¿no?

Siempre odié no decir mentiras. Cuando sucedía algo, me preguntaban a mí qué había pasado, porque sabían que yo no mentía... y eso me cagaba, porque metía en líos a la gente a mi alrededor. Siempre fui el honesto y sigo siéndolo.

Si siempre soy honesto con la gente, no entiendo porqué putas me mienten a mí. Como dije antes, ¿Qué chingados ganan con mentir, si de todos modos van a dar la jeta y decirte algo? ¿Qué mierdas ganan con decir mentiras, si, cuando sale a relucir la verdad uno se siente mil veces más culero que si le hubieran dicho la verdad desde un principio?

Un consejo para la gente del mundo: No digan mentiras, porque la gente que uno estima sale lastimado cuando se le miente. O, mejor aún, díganlas... Al fin y al cabo la gente honesta es la que acaba sintiéndose de la chingada, mientras que quien miente se sale siempre con la suya.



NOTA: este es un post atrasado... pero me gustó cómo había quedado así que lo puse jejeje

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