viernes, 15 de junio de 2012

Acepto que pienses diferente

Acepto que pienses diferente. Lo que no acepto es que quieras que piense como tú.

Voy a votar por López Obrador. Puedo decir que lo decidí hace unos meses, pero, en realidad, lo decidí hace seis años. Ya lo había hecho y me dije a mí mismo que no lo volvería a hacer. Y aquí estoy decidido, quizá aún más que en 2006, a votar por él. Hace seis años voté por AMLO porque me parecía la mejor opción. Ahora, creo que es la única opción.

No espero que pienses como yo. No espero con este texto hacer que cambies de opinión. Si 82 años, 70 mil muertos y cientos de libros de historia y periódicos no te abrieron los ojos, 132 vivos, 3 meses de campaña y unas cuantas líneas en un blog no lo harán tampoco. Incluso, acepto que, quizá el plantón en Reforma y Martín Esparza no me han abierto los ojos a mí.

Lo único que espero es que esta campaña de odio termine y que me respetes tú, como te respeto yo. Puedes votar por quien quieras y yo puedo votar por quien quiera: sin insultos, sin críticas ciegas y sordas, sin sobrenombres. Resulta curioso cómo, si dices que apoyas al Peje, te conviertes automáticamente en un intolerante, al mismo tiempo que te conviertes en un "pejezombie". Muchos no notan la ironía. ¿Eres uno de ellos?

A lo mejor pienso diferente que tú. A lo mejor tú piensas diferente que 24 millones de personas. Todo depende del ángulo en que lo veas. Y, al final, en estas peleas sin sentido, en las que nos enfrascamos personas que tenemos más en común que diferencias y de quienes nuestra única discrepancia es el color que tacharemos en 16 días, se deja ver lo peor de nosotros. Volvemos superficiales nuestros ideales y perdemos la compostura, dejándonos llevar por un sentimiento primitivo de pertenencia a un grupo "liderado" por una persona que jamás conoceremos y que "gobernará" sin tomarnos en cuenta pero que, frente a nuestros ojos, es el iluminado. Si ves a Peña Nieto, a Josefina, a Quadri o a López Obrador como el ungido para salvar al país, estás en un error. También estás en un error al atacar a otro por verlos de esa manera. El respeto es la única esperanza que nos queda para mantener a flote este barco que se hunde.

¿De qué sirve pelear? Al final, nada habremos ganado. Sólo tendremos un país polarizado y dolido. ¿Acaso peleando vamos a lograr algo? Sí, lastimar a la gente que estimamos, solamente por pensar diferente a nosotros.

Acepto que pienses diferente. Celebro que pienses diferente. Déjame pensar como yo quiera.

No hay comentarios:

Publicar un comentario