sábado, 26 de junio de 2010

Esférico 2010 - Parte II. Mi Gusto Es

(Los caprichos de los Directores Técnicos)


Los entrenadores del mundo se dividen, generalmente, en dos tipos: los ofensivos y los defensivos (los arriesgados que pocas veces ganan algo y los "ordenados" que generalmente resultan campeones). En México, se les ha bautizado "Lavolpistas" y "Lapuentistas". Dentro de los primeros, están Miguel Herrera, José G. Cruz y Daniel Guzmán. Dentro de los segundos, se cuentan Raúl Arias, Víctor Manuel Vucetich y José Manuel de la Torre. Viendo los nombres, sobra decir quiénes han sido más exitosos.

En el futbol mundial se presentan los mismos dos tipos de entrenadores. Los hay defensivos (ordenados) como José Mourinho, Guus Hiddink, Marcello Lippi y Dunga. Los hay arriesgados como Felipe Scolari, Josep Guardiola y Rafael Benítez. Los primeros, apuestan por un futbol más equilibrado y menos espectacular. De los segundos, simplemente da gusto ver a sus equipos jugar.

Sin embargo, a pesar de sus diferentes escuelas, todos los entrenadores coinciden en una característica: son autoritarios. Se creen los amos y señores del campo. Hacen y deshacen equipos (claro, mientras los dueños los dejen). Dentro de los entrenadores autoritarios -todos- existe una raza especialmente autoritaria: los entrenadores de selecciones mundialistas.

Se pueden contar infinidad de casos en los que dichos entrenadores han cometido "injusticias" al dejar fuera a tal o cual jugador quien, según la afición, merecía pertenecer a la lista final de 23 jugadores que dsiputarían la Copa del Mundo. Todos ellos, se escudan bajo el muy válido argumento de que "ellos deciden" quién conforma de mejor manera un equipo de acuerdo con su planteamiento táctico. No siempre los mejores jugadores, o los que se encuentren en mejor momento serán quienes vayan al mundial y otros jugadores, de características o momentos relativamente inferiores, ocuparán su lugar en su escuadra nacional. En otros casos, dichos jugadores sí son llamados, pero terminan relegados a la banca por decisión del técnico.

Sucedió en 1994. Mario "Lobo" Zagallo tenía en la banca a Ronaldo Luiz Nazario de Lima. Con sólo diecisiete años, fue llamado para participar en el mundial de Estados Unidos, donde Brasil resultó campeón en una de las finales más aburridas de la historia. Esa copa le permitió brillar a Romario, Bebeto y Dunga. Pudo ser el mundial de Ronaldo. A la postre, se convertiría en el máximo anotador de todas las copas mundiales. Su talento y efectividad lo han convertido en una leyenda viviente del deporte de las patadas.

En el presente mundial de Sudáfrica 2010, Dunga, actual entrenador de la selección brasileña dejó fuera de la lista final a Ronaldinho, elegido como el mejor jugador del mundo en 2004 y 2005, y a Adriano, excelente jugador y delantero. Holanda juega sin Ruud Van Nistelroy e Italia dejó en casa a Francesco Totti. Raymond Domenech, por su parte, mantuvo como suplente a Thierry Henry durante toda la participación francesa (habiendo hecho lo mismo con David Trezeguet en Alemania 2006).

En México se repiten estos acontecimientos cada cuatro años. Se puede recordar el caso de Hugo Sánchez en el mundial de 1994, quien no jugó por decisión del técnico Miguel Mejía Barón. En Francia 1998, Luis García fue la causa de las reclamaciones (aunque Ricardo Peláez, Luis Hernández y Cuauhtémoc Blanco lograron hacer un papel más que decoroso). En Corea-Japón 2002, Claudio Suárez no integró la lista final y, en el partido decisivo contra Estados Unidos, el técnico Javier Aguirre sacó a Ramón Morales -quien pasaba por un gran momento- para meter a un Luis Hernández de actuación pobre.

El mundial 2006 tuvo sus controversias. Moisés Muñoz participó durante todo el proceso, pero cedió su lugar a Guillermo Ochoa a última hora; Sinha y Guillermo Franco fueron a Alemania siendo naturalizados mexicanos; por último, Cuauhtémoc Blanco pasaba por un momento interesante, sin embargo, por conflictos con Ricardo LaVolpe, se quedó fuera del equipo mexicano que participó en la Copa del Mundo, dejando su lugar a Rafael García, yerno del entrenador.

Quizá, el mundial con más controversia en el equipo mexicano ha sido el de 2010. Desde el principio hubo dudas con respecto a quiénes lo integrarían: ninguna línea parecía clara y sólo algunos jugadores parecían seguros en la lista final. Rafael Márquez, Carlos Salcido, Francisco Javier Rodríguez, Andrés Guardado, Ricardo Osorio, Giovani Dos Santos, Guillermo Franco, Héctor Moreno, Javier Hernández y Carlos Vela eran los elementos que estarían seguramente en Sudáfrica. Oswaldo Sánchez participó durante la eliminatoria, sin embargo, fue quedando relegado de la portería y, faltando días para presentar la lista final, Aguirre se decidió por Guillermo Ochoa, Luis Michel y Óscar Pérez -éste último le quitó la posibilidad a Jonathan Orozco del Monterrey-. En defensa, jugadores como Fausto Pinto y Juan Carlos Valenzuela no pudieron llegar a la justa mundialista -Valenzuela, incluso, participó en parte de la concentración final rumbo al mundial-. La delantera fue la línea más clara, quedándose Guillermo Franco, Javier Hernández, Alberto Medina, Adolfo Bautista y Cuauhtémoc Blanco, junto con Carlos Vela y Giovani Dos Santos. El medio campo fue el punto de mayor controversia: faltando un día para entregar la lista final de 23 jugadores a la FIFA, Javier Aguirre dejó fuera a Jonathan dos Santos, jugador del Barcelona, qudando dentro Adolfo Bautista, quien parecía el elemento más lógico para eliminar.

La controversia de la lista final no fue la única ni la más grave. Si bien el joven Dos Santos ha pasado sin pena ni gloria por la selección y Bautista ha pasado con más pena que gloria, la decisión no pareció del todo extraña. Bautista no ha participado en ningún partido y Dos Santos muy probablemente no lo habría hecho tampoco. El verdadero tema de conflicto vino con el inicio del mundial.

El partido contra Sudáfrica terminó con empate que debió ser derrota para México. El primer tiempo fue dominado por el Tri, con grandes actuaciones de Dos Santos, Vela y Paul Aguilar. Un yerro por parte de Dos Santos y dos por parte de Franco mantuvieron el cero en el marcador. Para el segundo tiempo, Aguirre sorprendió al sacar a Paul Aguilar, pero ingresó a Guardado, quien batalló, luchó y se entregó, dando una actuación excelente, como suele hacerlo. Franco, por su parte, siguió fallando, jugando de manera deficiente y a un ritmo diferente al del resto del equipo. Después, entró Cuauhtémoc Blanco, quien jugó muy lento y sin coordinación con el resto del equipo. Parecía un error total tener en la banca a Hernández y en la cancha, tanto a Blanco como a Franco. Hernández entró finalmente, pero no tuvo las oportunidades que en otros partidos.

Para el partido contra Francia, la afición pensaba que jugarían de inicio, tanto Hernández, como Guardado. Nada. No sólo no fueron titulares, sino que Guardado ni siquiera jugó. Hernández entró y a los pocos minutos anotó el primero de los dos goles con los que México derrotó a Francia. No cabía duda: Javier Hernández debía iniciar ante Uruguay, tomando en cuenta que, también, Franco había sido amonestado.

Finalmente, contra Uruguay, Guardado fue titular, dio un primer tiempo de excelencia y estrelló un disparo de larga distancia en el larguero de los sudamericanos. Fue el mejor elemento del partido, pero abandonó la cancha al medio tiempo. Mucho se dice que esta decisión se ha dado por desacuerdos entre Aguirre y él. Hernández entró unos minutos del segundo tiempo y generó peligro. Franco, por su parte, de pobre actuación durante el mundial, jugó todo el partido.

¿Qué pasará por la mente de Javier Aguirre? ¿Será que toda la afición está equivocada... que Vox Populi, Vox Dei no es cierto? Las diferencias de juego entre Blanco, Franco, Hernández y Guardado son notorias y el partido contra Argentina es vital para las aspiraciones del famoso "quinto partido". ¿Será cierto que Guardado no ha jugado por diferencias personales con el técnico? Sería una lástima, como lo sería, también, que se quedara en la banca un juego más. Ha declarado que no le gusta no jugar y, quizá, Aguirre lo tome como un reclamo. El entrenador, por su parte, hace válida su calidad de seleccionador y puede dejarlo en la banca, a pesar de ser, quizá, el mejor jugador de México. Y nada podemos hacer los demás, porque, ése, su gusto es, y quién se lo quitará... él decide y todos los demás, incluyendo a Guardado y Hernández, tenemos que aceptarlo y aprender a vivir con ello. Ni modo. Tal vez será un quinto mundial seguido quedando en octavos.

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