jueves, 17 de diciembre de 2009

...

OK... Creo que no me lo merecía, pero bueno...

domingo, 13 de diciembre de 2009

Tengo ganas


Tengo tantas ganas de verte otra vez. De un modo u otro, te has convertido en una adicción: sé que me haces daño y aun así te busco. Y no me haces daño tú por ti misma, sino por tu posición hacia mí: ajena , etérea, imposible.

Escucho en ocasiones lo que dices, lo que hablas y siento que quizá imagino todo y eres más terrenal de lo que creía: quizá no eres un ángel. Quizá, solamente eres una mujer más y estas ansias que siento por tener tus caricias, las sientes tú. Pero no puedo saberlo; te idealizo y al ser ideal, no sientes nada, no escuchas nada, eres perfecta y nada más.

Entonces, ¿qué debo hacer? Creo que solamente puedo esperar a que te descuides al danzar flotando en tu nube y resbales o caigas sin quererlo y caigas a mis brazos. Y cuando caigas y te atrape y me mires por fin como este amante que ahora soy y que seré siempre, te tomaré de la mano por el camino de este mundo al que eres ajena; te sonreiré aun cuando tengas tanta rabia que hasta tu hermosa mirada me hiera; te escribiré poemas a diario; te cantaré canciones de cuna para proteger tus sueños; dormiré contigo y soñaré contigo; despertaré contigo cada mañana con un brazo cubriendo tu cuerpo tembloroso de amor; envejeceré junto a ti (no contigo, porque tú eres eterna) y moriré sabiendo que amé a un ser celestial, el único verdadero camino para llegar al cielo.