jueves, 9 de febrero de 2012

Guía para ir a votar este 1ro de julio y no morir en el intento (ni en los próximos seis años)


1. 1. 1. Los votos no se compran… aun si ya te pagaron por él

Se dice comúnmente que algunos partidos compran votos, con despensas, dinero, comida… Circulan por internet, incluso, fotografías de paquetes de productos y/o dinero, que tienen como objetivo que los votantes aseguren que verterán su voto a favor de cierto candidato. Pero son tontos o se hacen, porque es imposible que te puedan comprar el voto.

Una persona, al ir a votar, entra a una casilla donde hay una cortina y, muy discretamente, uno toma sus boletas y selecciona los candidatos que le convencen más. Nadie puede verte mientras lo haces y nadie sabrá, del montón de boletas, por quién votaste.

Por eso, la primera recomendación es: toma todo lo que te ofrezcan todos los partidos; aprovéchate de ellos mientras estén dispuestos a darte más y más. Al final, ve y vota por quien más te convenza pues, al fin y al cabo, nadie sabrá si cumpliste con lo que dijiste. Es justo: ¿te quieren arrebatar el más importante derecho que tienes al vivir en una democracia? Miénteles en la cara, róbales, engáñalos.


2. No olvides el pasado ni seas ajeno al presente.

La historia tiene sus episodios buenos y sus episodios malos. Existen héroes y villanos (aunque esto es relativo porque hay personas que consideran villanos a unos y héroes a otros que otras personas consideran exactamente al contrario), sin embargo, el vivir en una democracia nos da la oportunidad de evitar más villanos en nuestros libros de historia. Tampoco obvies lo que ves en las calles, lees en los periódicos o ves en los noticieros. Los acontecimientos del mundo, del país, de tu ciudad, de tu colonia te afectan y afectan a la gente que te rodea, tus familiares a tu descendencia, más de lo que te imaginas. Elegir es importante, pero más importante es saber elegir, irse por el más preparado, el más inteligente, el más consciente de los problemas del país y de las estrategias para resolverlos.

3. Recuerda que estás contratando a un servidor

Al votar, no eliges a quien te gobernará, sino a quien va a servirte. El nombre “gobierno” está mal empleado porque el único gobierno es el del pueblo, el de la gente, el de los ciudadanos. Elegiremos a quien, siendo pagado por todos nosotros, deberá tomar decisiones para mejorar este país, aprovechar su riqueza y repartirla entre todos aquellos que invierten en ella. Es como contratar a alguien. En realidad no es “como contratar a alguien”… es “contratar a alguien”. Todos los socios (ciudadanos votantes) de esta empresa llamada México, elegiremos a los candidatos que más nos convenzan para puestos vacantes.

En ese sentido, debemos guiarnos por el proceso mismo de elección de un trabajador: primero, revisemos su imagen, que es importante, aunque no lo es todo y dentro de la que se incluyen aspectos como manejo de su lenguaje, su cultura, su capacidad de responder preguntas y su prolijidad; después, debemos ver su currículum, dónde ha trabajado, su experiencia, sus credenciales; por último, su visión de sí mismo y del puesto que va a tomar, para saber en manos de quién pondremos nuestra empresa. Y, al igual que cuando una empresa busca a las mejores personas para los puestos, en ocasiones las personas con más tiempo en ello son las mejores. También, a veces es bueno permitir a gente joven y menos afectada por su entorno, tomar esos puestos. Recuerda que eres uno de los cien millones de socios de esta empresa llamada México y tu dinero está en juego, literalmente.

4. Vota

Nada ganamos con no votar. Nada gana este país con apatía e indiferencia. Las elecciones son un derecho ganado a base de sangre y es muy egoísta de nuestra parte tirar a la basura ese derecho. Sería como renunciar al derecho a la salud, a la educación o a la libertad. Todo esto nos ha sido heredado por gente que murió buscando la repartición de los derechos que eran de unos cuantos. Ahora está en nuestras manos corresponder a esta responsabilidad que tenemos en este punto importante en la historia moderna de México. En nuestras manos está el presente de México y sería absurdo y pendejo desaprovecharlo. Sal a la calle, vota, decide, y si aquella persona que la mayoría de socios eligió hace mal su trabajo, exígele. Recuerda que en la toma de protesta del presidente, el primer servidor público de México, dice que va a “desempeñar leal y patrióticamente el cargo de Presidente de la República que el pueblo me ha conferido, mirando en todo por el bien y prosperidad de la Unión; y si así no lo hiciere que la Nación me lo demande.” Demandemos cuando no sea así.

1 comentario:

  1. Excelente punto mi estimado Hugo. Sin duda, un artículo que nos debe llenar de sensatez y motivación para tomar un papel activo como ciudadano en la sociedad mexicana. Creo que el más cimentado de los problemas de los ciudadanos es la falta de cultura democrática. Como bien mencionas en el punto 3, hay que evaluar a los candidatos; pero más importante que evaluar a los candidatos es el evaluar sus propuestas de trabajo, pero más importante aún es que nos respondan cómo es que pretenden lograr eso que tanto nos prometen y nunca nos cumplen.

    Y ese problema cimentado que nos hunde, ese falta de cultura democrática se debe a la falta de capacidad de análisis por parte del ciudadano. Claro está que no conviene a la autoridad avivar el sentido de la crítica constructiva y objetiva entre los electores. Y es que está re'cómoda la situación así "prometer hasta meter", aunque sea con engaños y una vez alcanzado el poder olvidar a quienes los pusieron ahí. Y son más de 500 años de no cuestionar y aceptar que ultrajen al pueblo (dime si realmente la Independencia o la Revolución hicieron justicia a los más necesitados). Hidalgo buscó remontar la ambición Criolla con el pretexto de la Independencia, Madero castró el desarrollo industrial y tecnológico del país sin lograr justicia social; en ambos casos, la carne de cañón no recibió justicia, pero ofrendó su vida creyendo que los ideales de sus líderes les alcanzarían también los suyos.

    Falta análisis de fondo a los candidatos, a sus propuestas y a sus planes de acción. Y una vez exigido, que nos respondan con términos directos, concretos y que toda la prole podamos entender.

    Creo que en otra ocasión podremos mencionar la esterilidad de las clases de civismo.

    Saludos!

    JG

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