Es curioso cómo hay momentos en la vida que nos quitan el aliento. Sean buenas o malas, estas situaciones nos hacen perder por un momento la capacidad de respirar. Puede ser el influir en el futuro de un alumno al pasarlo o reprobarlo en una materia; el mirar una injusticia; puede ser pensar en una mujer bella a quien deseas o llenar un formato que se debe rellenar correctamente a la primera. Siempre tenemos esos momentos que nos asfixian, nos ahogan y no nos permiten respirar. Casi a diario nos enfrentamos con este momento y nos obliga a buscar nuevas alternativas para solucionar eso que nos hizo ponernos al borde de un desmayo. A veces, sólo a veces, está en nuestras manos la solución. A veces, sólo a veces, lo único que nos falta es escucharnos a nosotros mismos cuando nos decimos "¡Respira!"
Se acabó
Hace 6 meses
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